Estimado señor:

Le escribo desde España, impulsado por la oportunidad que nos dan desde UPyD, y con el deseo de poder ayudaros en esa vuestra lucha. No es la primera vez que me dirijo a una persona privada de libertad, ya que hace unos 12 años estuve en un voluntariado católico e íbamos con el capellán de la cárcel de Melilla (el antiguo Obispo de Málaga don Ramón Buxarrais) simplemente a acompañar a los presos por las tardes, hacerles alguna gestión familiar, pasarles un cigarrillo, y entretenerles. Yo entonces hacía el servicio militar y me sentía muy infeliz por ello, pero al salir de la cárcel era el hombre más feliz del mundo porque apreciaba intensamente todo lo que tenía.

Luego, por mi profesión (soy abogado) también he hablado con alguna persona en el locutorio, para preparar su defensa. Hoy sin ir más lejos, he estado en los calabozos de la Policía de Málaga con una comisión compuesta por abogados, y nos han enseñado el estado de las dependencias.

Pero esta comunicación de hoy es distinta. Lo es porque no puedo verle la cara, e intentar expresarle con mi mirada algún tipo de energía, pero la principal razón es que no sé qué puedo decirle a una persona privada injustamente de libertad, no ya por errores cometidos, sino simplemente por intentar luchar por sus ideales, por ser un buen padre de familia, por ser un patriota. Por ello, he de hacerle llegar mi admiración.

Su dignidad es superior a la de la mayoría de los que vivimos en libertad. A veces hay días que a uno no le gusta mirarse al espejo por pequeñas traiciones que nos hacemos, por ser cobardes y dejar que los poderosos se salgan con la suya. Siempre hay una excusa para no hacerle frente al poder.

Hoy debería de haberme quejado con vehemencia que no se puede permitir que en una ciudad como Málaga los detenidos sólo pasen a la autoridad judicial en una sóla conducción a las 9.30 de la mañana, por lo que las 5 personas que estaban hacinadas esta mañana a las 11, pasarán 24 horas cuando nuestra ley, nos dice que tendrían que pasar tan pronto como se les tome declaración en la Policía. Y es por eso, que algunas mañanas sería más fácil irse a trabajar sin afeitarse, porque enfrentarse a las injusticias por pequeñas que sean, no es tarea fácil.

Usted ha demostrado que no tiene ese problema y es más digno como ser humano que la mayoría de nosotros, por lo que, pronto, no sólo va a estar en libertad, sino que su país le va a agradecer su sufrimiento, y tendrá la oportunidad de dirigir a sus paisanos para que lo que a usted le ha ocurrido, no vuelva a pasar, porque la historia es traicionera.

No hace tanto tiempo en España también tuvimos presos políticos. Ahora tengo en mis manos la biografía de un poeta español de nombre Marcos Ana que fue el preso político que más años pasó en cautiverio en este país. 23 años ¿Y por qué? Por ser comunista.

Este es uno de esos poemas que en su momento escribió, y es extremadamente duro por lo que he estado un rato sopesando de su oportunidad. Espero que no le moleste, pero compartiéndolo con usted me puedo hacer una idea de su situación:

Decidme como es un árbol,
contadme el canto de un río
cuando se cubre de pájaros,
habladme del mar,
habladme del olor ancho del campo
de las estrellas, del aire
recítame un horizonte sin cerradura
y sin llave como la choza de un pobre
decidme como es el beso de una mujer
dadme el nombre del amor
no lo recuerdo.


¿Aún las noches se perfuman de enamorados
que tiemblan de pasión bajo la luna
o solo queda esta fosa?
la luz de una cerradura
y la canción de mi rosa
22 años, ya olvidé
la dimensión de las cosas
su olor, su aroma
escribo a tientas el mar,
el campo, el bosque, digo bosque
y he perdido la geometría del árbol.


Hablo por hablar asuntos
que los años me olvidaron,
no puedo seguir
escucho los pasos del funcionario.



Paradojas de la vida. Los que fueron prisioneros ahora son sus carceleros, y muchos españoles miran para otro lado y se pasean por su Cuba, añorando una utopía fallida, como si de un zoo se tratase, con la música del comandante Che Guevara de fondo, y mirando a la miseria de reojo. Y quiero pensar que lo hacen sin maldad. También pasa algo parecido en Israel, donde las víctimas del genocidio, ahora se han convertido en verdugos. Pienso que el rencor permanece, y el que fue condenado por ser comunista siempre pensará que ese régimen es el justo y que su sufrimiento tuvo una razón de ser, pese a que la historia haya demostrado que al final todo sistema autoritario es injusto.

No puedo dar lecciones desde el salón de mi casa, pero me gustaría que supiera que estoy seguro que antes de lo que sueña va a ver a su país en libertad y a disfrutar de los suyos. Mientras, escriba. Si no puede devolverme esta carta, da igual. Escríbala y ya me la mandará cuando pueda, pero no deje de escribir porque sus palabras están llenas de dignidad y va a sentirte orgulloso de ellas. El poeta lo hizo y ya vio que belleza. Puede que no pueda difundirla, pero el hecho de expresarse le dará fuerzas y verá que como dijo Cervantes en esa obra suprema que es el Quijote y que fue escrita en el cautiverio, por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida.

Mientras sueñe usted cómo es el árbol de mi calle, yo estaré intentando figurarme como es un hombre. En Cuba los hay y usted lo sabe. Un fuerte abrazo y MUCHA FUERZA.