Antes del torneo sabíamos que México llegaba muy justa, que en los tres últimos choques clasificatorios para Brasil 2014 no había conseguido anotar ningún gol, pero realmente pocos esperaban que el rendimiento y sobre todo las sensaciones de los aztecas en esta Confederaciones fuese tan pobre.
Ya están fuera de este torneo y la verdad que han hecho poco para conseguir un resultado diferente. Ante Italia el devenir del partido fue el que les hizo soñar vagamente con rascar algún punto. Frente a Brasil, las esperanzas duraron lo que quisieron los cariocas.
El partido tampoco tuvo demasiada historia. Esta Brasil se está acostumbrando a ganar al 'tran-tran', al ritmo que marca las individualidades de sus jugadores más diferenciales, mención especial para un Neymar que, de momento, se está consagrando como la estrella de este campeonato. Chispazos de talento del fichaje blaugrana y poco más.
México no pudo, y por momento, pareció como si tampoco le fuese la vida en ello. Así es difícil. Los de Scolari lo tuvieron todo controlado, especialmente desde que abrieron el marcador en el minuto 9. Y en la prolongación, como ya sucediera ante Japón, volvió a aparecer Jô para poner la guinda. Esta vez a una jugada individual elaborada por Neymar, quién si no. Punto y final, y la 'canarinha' ya mira de reojo a Italia para dilucidar el que será primero de grupo.
Italia 4 - Japón 3
El partido que ayer realizó Japón fue digno de grabar y guardar en la videoteca.
Tocar, tocar, tocar. Pero con profundidad, verticalidad y una velocidad asombrosa. Una altísima precisión en el pase que hacía que la combinación de la jugada se antojara más espectacular aún. A la media hora de partido ya reflejaba el marcador un 2-0 que no era nada descabellado para lo que se veía sobre el césped, más bien corto.
Italia, más que reaccionar, se acercó en el tanteador merced a la enésima obra de arte de Pirlo disfrazada de asistencia. De Rossi puso la testa, ante una defensa nipone ciertamente tierna. Tan tierna que tras el descanso, en otro error Italia empataba, y al momento, un penalti demasiado dudoso ponía a los italianos por encima.
Era todo un espejismo. El que sabía de verdad a lo que jugaba era Japón. Situó una línea de 3 en defensa y se marchó al ataque con todo. Honda aparecía por todos sitios, culminando una actuación superlativa. Japón empató, tuvo a Italia entre unas cuerdas que le son familiares y estos salieron vivos. Tan vivos que a la mínima que tuvieron mataron a Japón cuando menos se esperaba.
Tampoco así se rindieron los japoneses, que hicieron gala de un derroche físico admirable y un juego asociativo que fue un lujo para la vista. Así acabó el choque, con Japón dándolo todo hasta el final, con Italia conservándolo todo hasta el final, y con los nipones despertando una admiración mundial que no les servirá para estar en las semifinales de esta Confederaciones.