Corría el minuto 33 de partido y la tragedia se mascaba. Todo el mundo empezó a recordar el partido de la primera vuelta. Todo el mundo pensaba en que la goleada podría producirse.

Pero esto es fútbol y hasta que el juez de la contienda no pita el final del partido no hay que darse por victorioso ni por derrotado. El Betis tuvo fe en poder conseguir algún punto en un partido que tenía perdido. El colombiano Pabón puso el granito de esperanza antes de finalizar la primera mitad, y tal vez ese gol fue el que motivó lo que a la postre fue el resultado final del encuentro.

Mal partido táctico del equipo verdiblanco, superado una y otra vez en el centro del campo y que un solo jugador, Rakitic, fue el encargado de producir tal hecatombe en la primera mitad.

Pero la entrega y fe del equipo, además de los cambios producidos por el buen fondo de armario de esta plantilla, y el empuje de una incansable afición, hicieron que el nigeriano Nosa, con un soberbio y espectacular testarazo tras un gran salto, llevase la igualada al marcador.

El punto supo a gloria por cómo se desarrolló el choque y por los resultados producidos por los equipos que luchan por entrar en Europa.Perdió puntos con Real Sociedad y Málaga, pero los ganó sobre equipos que le persiguen en la tabla clasificatoria, casos de Getafe, Rayo o Levante. Mantiene distancias sobre Valencia que le precede en la clasificación y sobre el Sevilla que le persigue con una jornada menos para el final de Liga.

Ahora toca ir al Bernabéu. El partido hay que disputarlo y no darlo por perdido antes de que comience el encuentro. Todo lo que sea sumar es bueno a estas alturas de temporada. El premio está cerca, se roza con la yema de los dedos. Hay que seguir sumando, seguir trabajando. Todo buen trabajo tiene sus frutos.

Miguel Diaz
Colaborador de Betisweb