Este Betis es, por encima de todo, un Betis fiable. Es un grupo que ha crecido con el paso de los minutos en Primera desde la temporada pasada. Nunca se sabe, pero no esperen otro uno de treinta este año. Cada uno de los que pasaron aquella fatídica racha tiene un tatuaje virtual que le recuerda lo que puede ocurrir si uno se distrae y emboba al son de la música de la Champions.

Este Betis defiende más, sus kilómetros recorridos son todos con sentido, no quiere parecerse al Barcelona, pero sus cifras goleadoras se arriman ahora más a las culés. La plantilla verdiblanca no enamora, pero tiene lo esencial para competir con garantías: un buen portero; un trabajo defensivo mejorable, pero sobre todo muy mejorado; un crack cotizado en el centro del campo y muchos hombres con gol. Además, juventud, carácter, ganas, cantera.

Lo del Coliseum fue una muestra de la fiabilidad de este Betis. Si juegas y no le haces daño pronto, estás perdido. Le pasó al Athletic, al Valladolid y ahora al Getafe. También a Osasuna, aunque con Velasco Carballo de intermediario. Ya es el mejor inicio de la historia heliopolitana. Será por algo. Permítanme que cambie la leyenda de ese clásico cartelito de las tabernas: Del Betis, ayer no me fiaba. Hoy sí.

José Manuel Jiménez
Periodista de Onda Cero Sevilla