Si el triunfo en Valladolid dejó un poso de preocupación por las malas formas, el sábado equipo de Mel sí se acercó a lo que visualiza el técnico en sus jornadas de trabajo, con un primer tiempo donde enseñó dos de sus virtudes, el buen posicionamiento atrás y la velocidad para generar hasta seis situaciones de gol. Ese rendimiento debe ser el punto de partida para, con la suma de puntos ya en el zurrón, continuar creciendo como equipo, algo en lo que también se hará necesario la mejoría que debe llegar con la lógica madurez que otorga la competición de jugadores como Agra, Nono, Igiebor o el mismo Pozuelo, jóvenes con enorme proyección y con poco bagaje en un fútbol tan competitivo como el de la Primera División española.
A Mel, tanto por sus peticiones como por los refuerzos de la dirección deportiva, le toca reinventarse para encontrar la fórmula adecuada en esta nueva mutación que pretende para esta temporada, pero, como en otros tantas ocasiones durante los dos últimos años, el técnico sí le ha vuelta a imprimir un sello ganador a su equipo.
Con la experiencia de la pasada temporada, a este Betis camaleónico de Mel el arranque de temporada le debe servir para perfeccionar esta nueva versión que por ahora continúa ganadora. Los dos próximos encuentros, ante el Atlético y el Málaga, lo medirán ante equipos llamados a ocupar la zona europea, quizá una exigencia exagerada para los de Mel, pero que siempre se afrontan con ilusión cuando se llega con esa inercia positiva que marcan tres victorias en las cuatro primeras jornadas del campeonato.
Samuel Silva, Periodista de Diario de Sevilla
en cuanto al articulo, se ve raro el juego del equipo este año, aunque sigue jugando al ataque como siempre pero con menos posesion y toque de balon.