La dacha de Forós.
Hace veinte años, una hermosa dacha situada en la península de Crimea fue el epicentro de un suceso que, aunque estaba preparado para detener el derrumbe de un gigante con piés de barro, provocó su colapso acelerado. Agosto de 1991vió nacer una nueva era en Europa, y el fin de una época para el resto del mundo.....
En diciembre de 1990 el jefe del KGB Vladímir Kryuchkov, ordenó a dos oficiales del KGB preparar un plan de medidas que podían tomarse en caso que el estado de emergencia fuese declarado en la URSS. Luego, Kryuchkov involucró al Ministro de Defensa de la URSS Dmitri Yázov, al Ministro de Interior de la URSS, Borís Pugo, al Presidente del Consejo de Ministros de la URSS, Valentín Pávlov al vicepresidente de la URSS, Gennadi Yanáyev, al subjefe del Consejo de Defensa de la URSS, Oleg Baklánov, al jefe del secretariado de Gorbachov, Valeri Boldin, y al Secretario del Comité Central del PCUS Oleg Shenin en una conspiración para detener las medidas aperturistas llevadas a cabo por el Secretario General del PCUS, y Presidente de la URSS, Mijaíl Gorbachov, que estaban “llevando al país por el camino de la secesión y el desastre”.
El 29 de julio de 1991, el presidente de la URSS Mijaíl Gorbachov, el presidente de de Rusia Boris Yeltsin (elegido por sufragio universal en julio de ese año) y el presidente kazajo Nursultan Nazarbayev discutieron la posibilidad de reemplazar a los representantes de la línea dura como Pávlov, Yázov, Kryuchkov y Pugo por figuras más liberales. Esta conversación fue presuntamente interceptada por el KGB y de esa manera fue conocida por Vladímir Kryuchkov, quien había puesto a Gorbachov bajo estrecha vigilancia con el nombre de "sujeto 111".
El 4 de agosto de 1991, Gorbachov se fue de vacaciones a su dacha en Forós, Crimea. Tenía planeada la vuelta a Moscú para el 20 de agosto de 1991, cuando el nuevo Tratado de la Unión iba a ser firmado.
El 17 de agosto, los conspiradores se encontraron en la residencia de invitados del KGB en Moscú. Allí leyeron el nuevo Tratado de la Unión, sacando como conclusión que allanaba el camino para la ruptura de la Unión Sovética, y decidieron que era tiempo de actuar.
El domingo 18 de agosto, Oleg Baklánov, Valeri Boldin, Oleg Shenin y el vice Ministro de Defensa de la URSS Valentín Varennikov volaron hacia Crimea para entrevistarse con Gorbachov. El mismo tiempo, todas las líneas de comunicación con la dacha de Forós, controladas por el KGB, fueron cortadas. Guardas adicionales de seguridad del KGB con órdenes de no permitir a nadie abandonar la dacha, fueron colocados en las entradas. Baklánov, Boldin, Shenin y Varénnikov demandaron que Gorbachov declare el estado de emergencia o dimita, y nombre al vicepresidente de la URSS Gennadi Yanáyev como presidente en funciones, y permitir a los conspiradores la "restauración del orden" en el país.
Los conspiradores pidieron 250.000 esposas a la fábrica de Pskov y 300.000 formularios de detención. Kryuchkov dobló la paga a todo el personal de la KGB, y llamó a los que estaban de vacaciones y puso a todos en alerta. La Prisión de Lefórtovo fue vaciada para recibir a los detenidos.
El golpe de agosto....
Después del regreso de Baklánov, Boldin, Shenin y Varénnikov de Crimea , los conspiradores se reunieron en el Kremlin. Gennadi Yanáyev , Valentín Pálnov y Oleg Baklánov firmaron la autodenominada "Declaración del Liderazgo Soviético" en el que declaraba el estado de emergencia en algunos territorios del país y anunció que el Comité Estatal destinado a gestionar la situación de emergencia se hacía con el control en dichos territorios inmediatamente. Así, Yanáyev firmó el decreto autonombrándose presidente en funciones de la URSS con el pretexto de la incapacidad de Gorbachov para llevar a cabo las tareas presidenciales debido a una "enfermedad".
El nuevo Comité Estatal prohibió todos los periódicos, excepto nueve controlados por los comunistas. Además emitió una declaración que establecía que "el honor y dignidad del hombre soviético debía ser restaurada," prometiendo que el Nuevo Tratado de la Unión sería discutido por todo el pueblo, que "las calles de las ciudades serán purgadas del crimen", y que el Comité se centrará en resolver los problemas de escasez de comida. Al mismo tiempo, el Comité asegura a sus ciudadanos que apoyarán los "genuinos procesos democráticos" y reformas.
La "Declaración del Liderazgo Soviético", el decreto de Yanáyev y los documentos del Comité Estatal fueron emitidos por la radio y televisión estatal desde las 7 de la mañana. La emisora de radio Radio Rossii y el canal de televisión Televídine Rossii controlados por las autoridades de Rusia y la única radio políticamente independiente, “Eco de Moscú” vieron cortadas sus emisiones, al mismo tiempo que la Segunda División de Guardias de Infantería Motorizada, y de la Cuarta División de Guardias de Tanques Kantermírovskaya se dirigieron a Moscú.
Cuatro diputados del parlamento ruso, considerados los más "peligrosos", fueron detenidos por el KGB y encerrados en una base militar cercana de Moscú. Sin embargo, el presidente Yeltsin, que volvía de viaje de Kazajistán no fue detenido, lo que posteriormente fue considerado como la clave para el fracaso de la intentona.
Yeltsin llegó a la Casa Blanca, el edificio del parlamento de Rusia, y a las 9 de la mañana del 19 de agosto, junto con el Primer Ministro Iván Siláyev, y el Presidente en funciones del Soviet Supremo de la URSS, Ruslán Jasbulátov, hicieron una declaración en la que afirmaron que se estaba llevando a cabo un golpe reaccionario e inconstitucional. Se urgía a los militares a no tomar parte en el golpe. La declaración llamaba a una huelga general con la petición de que Gorbachov se dirigiese al pueblo. Esta declaración fue distribuida en todo Moscú en forma de panfletos.
Por la tarde, los ciudadanos de Moscú empezaron a congregarse alrededor de la Casa Blanca y levantaron barricadas a su alrededor. Como respuesta, Yanáyev declaró el estado de emergencia en Moscú a las cuatro de la tarde. Yanáyev declaró en una conferencia de prensa a las 5 de la tarde que Gorbachov estaba "descansando", sin embargo, su débil postura, hicieron sus palabras poco convincentes.
Mientras tanto, el mayor Evdokímov, jefe de estado mayor, que había recibido la orden de proteger la Casa Blanca, declaró su lealtad a los líderes de Rusia. Yeltsin trepó a uno de los tanques y se dirigió a la multitud. Inesperadamente este episodio fue transmitido por la mañana en la televisión estatal.
Al atardecer, el general Kalinin, comandante del Distrito Militar de Moscú, declaró el toque de queda en Moscú desde las 11 de la noche a las 5 de la mañana, con efectividad desde el 20 de agosto Esto se interpretó como un signo de ataque inminente a la conocida Casa Blanca. Los defensores de la Casa Blanca se prepararon para la defensa. Algunos de ellos estaban armados, pero la mayoría de los voluntarios estaban desarmados. La compañía de tanques al mando del mayor Evdokímov, que había declarado su lealtad a los líderes de Rusia se retiró de la Casa Blanca al anochecer. El cuartel general improvisado para la defensa de la Casa Blanca estaba encabezado por el general Konstantín Kobéts, quien tuvo a su disposición generales y altos oficiales, algunos de ellos retirados, que se presentaron voluntarios para la defensa.
En la tarde del 20 de agosto, Kryuchkov, Yázov y Pugo decidieron finalmente atacar la Casa Blanca. Esta decisión estuvo apoyada por otros miembros del Comité Estatal. El general del KGB, Aguéyev, segundo de Kryuchkov, y el Geberal Achálov, el segundo de Yázov, planearon la "Operación Grom" (trueno), que debía ser ejecutada por los grupos Alfa y Vympel, con el apoyo de paracaidistas, el OMON de Moscú, una División del MVD, tres compañías de tanques y un escuadrón de helicópteros. El Grupo Alfa al mando del general Víktor Karpujin y otros altos oficiales del grupo, junto con el general Lebed, subjefe de las tropas aerotransportadas, se mezclaron con la multitud cerca de la Casa Blanca y evaluaron la posibilidad de llevar a cabo la operación. Después de eso, Víktor Karpujin y el Grupo Vympel al mando del coronel Beskov intentaron convencer a Aguéyev que la operación era imposible, y que el resultado sería un baño de sangre. Aleksandr Lébed, con el consentimiento de Grachov, comandante de las tropas aerotransportadas, volvió a la Casa Blanca e informó secretamente al cuartel general de la defensa que el ataque se iniciaría a las 2 de la mañana. A lo largo de la noche tuvieron lugar enfrentamientos en torno a las calles, que condujeron a la muerte de tres manifestantes: Vladímir Úsov, Dmitri Komar e Iliá Krichevski.
El 21 de agosto, la gran mayoría de las tropas enviadas a Moscú se ponen abiertamente en fila al lado de los manifestantes o de los no desertados. El Golpe de Estado fracasó y Gorbachov regresó a Moscú. Los Grupos Alfa y Vympel no se movieron en dirección a la Casa Blanca, como estaba planeado. Cuando Yázov se dio cuenta de eso, ordenó a las tropas salir de Moscú.
Gorbachov, una vez restauradas las comunicaciones, declaró nula todas las decisiones del Comité Estatal y destituyó a todos los miembros de los puestos oficiales. El Fiscal General de la URSS inició las investigaciones por intento de golpe de estado. A su regreso al poder, el líder soviético se comprometió a castigar a los conservadores del (PCUS).
Dimitió de su puesto en el partido, pero quedó cómo presidente de la Unión Soviética. Boris Yeltsin asumió el control de la sociedad central de televisión y de los ministerios y organismos económicos, así como la potestad de nombramiento de los jefes de las administraciones regionales.
Ningún líder de la intentona pasó demasiado tiempo en prisión. Fueron indultados, solo un militar aceptó ser enjuiciado y fue absuelto. Uno de los conspiradores se suicidió junto a su esposa tras el fracaso del golpe.
La caída del PCUS y defunción de la URSS....
El 22 de agosto, la bandera soviética dejaba de existir, y se instauraba la tricolor como emblema de la nueva Rusia. Dos días después, el presidente Yeltsin, por medio del Decreto número 83 transfirió los archivos del PCUS a las autoridades del Archivo Estatal. El 25 de agosto, Yeltsin por Decreto Número 90 nacionalizó las propiedades del PCUS en Rusia, incluyendo no solo oficinas del partido. Finalmente, el 6 de noviembre, Yeltsin por Decreto Número 169 finalizó la actividad del PCUS en Rusia.
El mismo 24 de agosto, la Rada Suprema de Ucrania aprobó la Declaración de Independicia de Ucrania y convocó un referéndum de apoyo a la declaración de independencia. Tres días después, el Sóviet Supremo de Moldavia declaró la secesión de la URSS, y los 30 y 31 de agosto el Sóviet Supremo de Azerbaiyán y el Sóviet Supremo de Kirgistán respectivamente, hicieron lo mismo.
El 5 de septiembre, el Congreso de los Diputados del Pueblo adoptó la Ley Soviética número 2392-1 "sobre las autoridades en la Unión Soviética en el periodo transicional" bajo el cual el Soviet Supremo de la URSS fue reformado, lo cuál permitió una cascada de declaraciones de independencia por parte de otras repúblicas como Estonia, Letonia y Lituania, apenas un día después de aprobada la reforma. Tayikistán se unió a las secesiones el día 9, el 21 de septiembre fue el turno de Armenia mediante referéndum, y el 27 de octubre le tocó el turno a Turkmenistán.
El 1 de diciembre Ucrania declaró su independencia tras la celebración de una consulta popular, en el que más del 90% de los residentes apoyaron la separación de la moribunda URSS.
El 8 de ese mismo mes, los líderes de Rusia, Ucrania y Bielorrusia se reunieron en la reserva natural de Belovézhskaya Puscha, a 50 km al norte de la ciudad de Brest, Bielorrusia, y crearon la CEI, anulando el Tratado de Creación de la URSS de 1922. Otra ceremonia se llevó a cabo en Alma-Ata el 21 de diciembre para expandir la CEI e incluir a las cinco repúblicas del Asia Central, Armenia y Azerbaiyán, Georgia esperó hasta 1993 para unirse al proyecto, del cuál no quisieron saber nada los países bálticos.
El 25 de diciembre de 1991, la URSS dejaba de existir oficialmente con la marcha de Gorbachov, un líder político maltratado en su momento por sus enemigos de dentro y fuera de Rusia, sin cuya moderación y templanza, un terrible derramamiento de sangre no hubiera podido ser evitado. El ex líder soviético es el principal artífice de que la tragedia de los Balcanes no se repitiera en la antigua URSS.
Quizás su principal error fue confiar en su sucesor, Boris Yeltsin, una persona incapaz de poner las bases de una democracia real e igualitaria en Rusia; más bien al contrario, 20 años después el descontento en la población rusa es palpable. El cambio brutal de sistema económico ha sido desastroso para la sociedad, y para la instauración de una verdadera democracia. La casta dominante soviética ha sido sustituida por otra emanada del ultraliberalismo económico que azota el enorme país euro-asiático. Las diferencias sociales se han acentuado de manera trágica, la corrupción no ha desaparecido y ha extendido sus tentáculos de manera impune, existen persecuciones políticas, asesinatos de periodistas sin esclarecer, denuncias de atrocidades cometidas en las guerras en Chechenia y Georgia, sospechas más que fundadas de descontrol y tráfico de armamento nuclear obsoleto. Y eso solo en Rusia, de todas las antiguas repúblicas soviéticas, tan solo Letonia, Lituania y Estonia han alcanzado cierto nivel de bienestar y libertad, en el resto es común la existencia de democracias débiles, estados fallidos, dictaduras implacables, mafias violentas, rebeliones civiles, y cosas peores.....
Así que pasen 20 años, pero que los próximos 20 sean mejores.....
http://www.youtube.com/watch?v=c2yCd...eature=related
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La dacha de Forós....
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Durante largo rato circularon despacio, en silencio, en dirección a Moscú.
Al cabo de una hora Serguéi habló por fin.
--Lo conseguiremos. Vamos a reconstruir Rusia.
--Sí.
--Aunque no creo que nos convenga el capitalismo puro. Lo mejor será una especie de
economía mixta.
--Yo diría que eso es posible.
Serguéi volvió a permanecer callado durante una hora más.
--¿Cuánto tiempo cree que se tardará? ¿Cinco años?--preguntó, cuando ya entraban en las afueras de Moscú.
--Quizá más.
--Bueno, puede que tengas razón. Pero no serán más de diez. Nos pondremos al día en
diez años.
--Eso espero.
--No hay nada que Rusia no pueda conseguir, ¿sabe? Nada.
--No me cabe duda.
--Lo único que necesita son "buenos dirigentes"--aseguró con una sonrisa, Serguéi
Romanov--. Entonces lo conseguiremos. --En ese momento pareció recordar algo--.
Por cierto--dijo--. Había algo que queria preguntarle esta mañana, cuando me ha
explicado lo de su negocio, algo que no he acabado de entender.
--¿Si?
--¿Qué es un representante?.
Corre el año 1990 cuando sucede esta conversación. Sacada del libro "Rusos", de
Edward Rutherfurd, Ediciones B, S.A,. Una historia de Rusia, a traves de unas cuántas
familias, desde el año 180 d. de c. hasta dónde acaba tu relato. Alrededor de 1000 hojas
que me las tragué sin pestañear.
Saludos