[CENTER]LA ALAMEDA DESAPARECIDA [/CENTER]

[LEFT]La Alameda de Hércules sevillana no guarda ni por asomo la configuración que fue mostrando desde finales de los años treinta hasta la incluso finales de la década de 1980.[/LEFT]

El contexto y entorno del gran bulevar sevillano que yo vivi y conocí, era un lugar en el que predominaba un mobiliario de estética costumbrista, el cual fue abandonándose progresivamente desde los primeros años de la Guerra Civil; todo ello bajo la anuencia de las sucesivas corporaciones gubernamentales, quienes a lo largo de sus mandatos trazaban continuos proyectos orientados a cambiar la zona, en aras de mejorar la habitabilidad del lugar; sitio éste, tal como decíamos antes, dejado de la mano de Dios. Sin embargo, un espacio tan extenso en las puertas del Centro de la Ciudad y dentro del Casco Histórico, ofrecía un hermoso bocado para la especulación urbana y de suelo.

Pero en este blog nuestra intención es recuperar la memoria de la Sevilla de los años 70 y 80, dejando atrás la Alameda Histórica: la romana, la renacentista de Conde de Barajas...o sin ir más lejos, aquella floreciente que conocieron nuestros abuelos o bisabuelos, y sobre la que se ha escrito tanto.

Debemos de centrarnos en la Alameda de la Transición y post-transición Española; la Alameda de tierra con los parterres y las verjas; de los antiguos prostíbulos; del Casino Ferroviario donde por la noche se establecían partidas de póker que por aquel entonces estaban prohibidas; de aquellos personajes populares como el "Joseliqui" o María "La tonta"; de Chispitas, de la cafetería Las Maravillas; de los domingos solitarios....

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Arriba, una foto-postal de un extremo Alameda de Hércules, realizada desde el antiguo y desaparecido colegio San Luis Gonzaga, el cual alberga actualmente una pizzería, aunque conserva gran parte de la fachada primitiva. Esta imagen puede datar de finales de los años 60, sin embargo la tipología es la misma que se conservó hasta la última reestructuración de la Alameda, a mediados de la década del 2000. Ya en los años 70 y 80, la superficie contininuaba siendo de tierra arenosa amarillenta, mientras que los parterres y setos estaban en su mayoría secos, al igual que la imagen del jardín rectangular central. Sin embargo la misma configuración continuó durante años y años.
Actualmente, sólo los hércules permanecen intactos, al igual que los leones del otro extremo, mientras que sobrevive una cantidad de árboles mucho menor al que hubo entonces, siendo muchos de ellos derribados. Las obras de principios del 2000 borraron todo recuerdo.

Arriba, Una imagen del desaparecido Cine Ideal, tomada en 1978. A principios de los años 90, este histórico Cine de Verano, situado en la C/ Jesús del Gran Poder, era comparable en solera a los también desaparecidos Santa Catalina o el Alfarería trianero, fue un lugar lúdico en las noches del estío sevillano. Tiempos para películas de Bruce Lee, Terence hill y Bud Spencer.... Frente a él se hallaba una Casa de Las Sirenas totalmente abandonada y en estado ruinoso; hace algunos años fue restaurada en su totalidad, siendo ahora un edificio perteneciente al Distrito del Ayuntamiento de Sevilla. Sin embargo, aunque la fachada del Cine se conserva (a excepción de la puerta de entrada y el portalón de su derecha), ahora es una vivienda.[/LEFT]

[LEFT]Abajo, en la Alameda, dos imágenes tomadas desde el principio de la calle Niño Perdido. La primera fotografía, realizada el año pasado, muestra al fondo un antiguo prostíbulo -el número 20 de la vía, que hasta 1973 fue la whiskería "La Vaquita", que ardió y murieron en ella 6 personas- que en 2009 ya estaba cerrado, mientras que actualmente es una casa en vías de reforma, en la que pone el cartel de "se vende". A la izquierda también había otro par de" casas de *****". La instantánea siguiente, abajo y en B/N, nos enseña la misma escena, pero en 1978, con el actualmente desaparecido Bar Seire (en su lugar vemos otro establecimiento distinto en la imagen actual) y el tráfico habitual de chulos y prostitutas perteneciente al lúmpen del lugar; gente autóctona que vivía por aquellas calles. Más a la derecha y en la misma foto, en Joaquín Costa, vemos un trocito de la segunda whiskería "La Vaquilla", que se hallaba en el número 18.[/LEFT]

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[LEFT]Abajo, otra comparativa de imagenes. En primer término un taller conocido por "Recauchutados Mesa", justo en el margen derecho de los "Hércules" de la Alameda. Estaba pintado de amarillo, con rayas azules. Actualmente desaparecido, la configuración es muy distinta a la actual (siguiente foto), aunque el edificio se conserva en parte. En su lugar (siguiente foto) existe un moderno establecimiento de ambiente gay. A la izquierda, entrada a la calle Barco. A la derecha, un derribo donde hubo otro edificio que fue demolido y que incluía un kiosko de color verdoso.[/LEFT]


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Otro de los cambios que se efectuaron en La Alameda, afectaron a edificios que se hallaban abandonados, mientras que otros locales de negocios particulares también desaparecieron con el paso de los años. Dos ejemplos claros fueron el antiguo Colegio San Luis Gonzaga, que era un edificio del Siglo XIX, esquina Trajano-Alameda, cerrado en el año 1978, así como el establecimiento de quinielas Chispitas, el cual cerró sus puertas a finales de los 90, cambiándose su configuración. Abajo, a la izquierda, esquina del San Luis Gonzaga, en 1981, en el que se colgaban carteleras de cine y que ahora es un restaurante-pizzería; a la derecha, Chispitas, en 1972.



La configuración de los acerados de la Alameda actual, al igual que otras decisiones municipales, finiquitaron también otros elementos curiosos, tales como las paradas del autobús así como los quioscos de la zona, siendo estos últimos cambiados de lugar y de estética. En la imagen de abajo, vemos la parada de los buses que iban a Pino Montano y San Jerónimo, así como un kiosko y unos árboles que ya no existen. A la derecha y al fondo, al final de la acera, se hallaba el también desaparecido bar-restaurante Las Maravillas, el cual se mantuvo cerrado desde la primera mitad de los 90, hasta que fue sustituido por un local mucho más impersonal para la zona. Al frente del todo, la administración de quinielas Chispitas.

EL MERCADILLO AMBULANTE: DE LA ALAMEDA AL CHARCO DE LA PAVA

1978 fue el año en que de una forma inesperada se fueron colocando los primeros puestos ambulantes en la zona de la Alameda los domingos por la mañana. Aquellos primeros asentamientos fueron poco a poco extendiéndose por el bulevar hasta terminar por ocuparlo por completo a principios de los años 80.

El mercadillo ambulante tuvo larga vida, pues hasta el 2002 mantuvo su cita semanal. Casi veinticinco años de existencia fueron borrados de un plumazo y los vendedores se vieron obligados, por decisión del Ayuntamiento, a tener que trasladarse provisionalmente a Torneo. De allí pasaron al Charco de la Pava, para posteriormente asentarse cerca del Estadio Olímpico.

Sin embargo, durante su transcurso, el mercadillo proporcionó muchísima vida a la Alameda sevillana. Los bares de la zona hacían su negocio nada menos que en domingo, y los transeuntes podían pasear y hacerse con antiguedades o artículos de segunda mano.

Abajo, escena habitual de un domingo por la mañana del año 1979, en la Alameda. Con los Hércules al fondo, el mercadillo enriquecía con su vida al bulevar alamedano, en aquellos solitarios domingos. Ya hace años que dejó de existir.


LOS QUIOSCOS QUE DESAPARECIERON

Otros elementos predominantes durante los años 70 y 80, fueron los kioskos. En aquella Alameda existieron más de una decena, los cuales recorrían el bulevar en toda su longitud. Normalmente solían ser de color verdoso, verde y blanco, otros inclusive de metal plateado, a partir de la segunda mitad de los años 70 (como el que vemos dos fotos más arriba).

El mundo de las leyendas urbanas, con el paso del tiempo, también llegó al mundo de la Alameda. En concreto, una historia popular fue la de un kiosko que durante muchos años se halló ubicado cerca de la Casa de Las Sirenas; en dicho establecimiento, por lo visto, se proporcionaban pastillas anticonceptivas, las cuáles estaban (y están) prohibidas para su uso sin receta médica.

Ya en la década de los 90, la mayoría de los quioscos fueron desapareciendo; y a principios de 2000 las órdenes municipales sobre el cambio de estética fue afectando a estos negocios, los cuáles fueron cambiando su configuración; mientras que también y paralelamente, se les fue otorgando otra ubicación.

Aún subsiste el kiosko de la fotografía de arriba. Aunque su ubicación ha sido cambiada ligeramente, se mantiene en su forma. A su derecha del todo, otro puesto muchísimo más pequeño que actualmente no existe. A la izquierda, la calle Peris Mencheta; al fondo tras el quiosco, el Café Central. La fotografía está tomada en 1978. Abajo, mismo lugar en julio de 2010. Como pueden ver, el contenido no tiene nada que ver.

Actualmente, la Alameda es un lugar totalmente lúdico, con bares y restaurantes modernos, espacios para los más pequeños y bancos y farolas a la última. Todo ello forma una mezcolanza entre lo poquito que queda de antes y lo más actual. Se ha ganado en confort, pero se ha perdido todo el sabor de antaño.

Continuará....