Tras 11 días en la ciudad donde llegan todos los caminos de nuevo estoy por aquí, en los foros.

Y de nuevo veo que poco ha cambiado en mis tierras béticas. Allá por las romanas calles busqué donde ver los partidos de mi Betis, y salvo uno del Guadiana, no pude ver más, y eso que creía que canal sur se dejaría caer con el del centenario.

Llevo casi un día leyendo y leyendo para no hablar por hablar, y veo que la destilación de mis lecturas deja un licor muy agradable al gusto. Veo que aquello en lo que me embarqué y que algunos lo llaman oposición está más fuerte que nunca, que hemos dado un par de vueltas de tuercas a un modelo monolítico y que por propio principio no estaba acostumbrado a que nadie le alzase la voz sin poder ningunearlo hasta la desesperación.

Me alegro muchísimo de que la radio del Betis empiece a funcionar. La pienso escuchar, por supuesto que sí, y aunque sé que quien manda pagarla con dinero del Betis es quien impone el discurso la seguiré y aplaudiré cuando así lo crea, pero no tiene para mi ningún derecho de pernada ni tampoco nadie me tiene que aconsejar cambiar el dial si no me gusta. Por supuesto que Iván Larriba y Carlos Cariño tendrían que hacer mucho por, primero, unir al beticismo, y segundo, tratar de hacer radio Betis sin nombrar a Lopera y el 92.

Si ya empiezan nombrando a esos foros de Dios pues allá ellos, pero ya los escucharé más detenidamente.

Estoy absolutamente convencido de que el movimiento que se ha originado entre béticos de base es quizá el movimiento más importante creado en España por cualquier afición. No se trata de un movimiento contra nada, sino simplemente a favor de una idea, de la defensa del Betis. No se trata de ir contra nadie en concreto, se trata de denunciar las carencias y la continua y perjudicial política que ha llevado nuestro club estos años.

Se están haciendo las cosas muy bien, muy muy bien. Y de eso me siento orgulloso, he visto como crecemos a paso firme. He visto como gentes que se sentían muy solas se sienten ahora representadas. He visto como lo que nació abocado al fracaso es ahora no una alternativa, es una forma de decir que no se puede hacer con un sentimiento lo que a uno le venga en gana, tenga el poder y el dinero que tenga.

También sé y he comprobado en mis propias carnes que el camino es duro y quien se suba al carro no va a ser presidente, como dice el señor cómico desgraciadamente llamado con tan deliciosa palabra, Cariño. El que se suba a este carro debe saber que todo su trabajo es muy satisfactorio y amargo a la vez. La meta no es, como he dicho antes, ser presidente, sino todo lo contrario, ser un sitio donde se sepa de qué hablamos y que así no nos cuenten milongas que creamos a pies juntillas. Sabemos que siempre habrá las personas del enfrentamiento directo y las peores, las que desde una esquina nunca se pringuen nada más que para machacar sin hacer nada, o a nadie le suena eso de: "yo no soy loperista, pero ustedes...".

Los que han decidido hacer algo no tienen porqué mirar a los lados o atrás, simplemente hacia delante, tenemos una misión muy desagradable y desagradecida, pero que la disfrutarán todos los béticos. A algunos no les gustará leer ciertas cosas, pero nuestro faro guía es la veracidad de las informaciones, el estudio y la oferta de soluciones. Ya de por sí, si alguien piensa que estas premisas no son adecuadas, deberían reflexionar sobre ello.

Por tanto nos queda un año muy duro, pero lleno de esperanzas tras un trabajo intenso. Convencido estoy que nuestras acciones han dado un golpe de timón al Betis. Para algunos es un lavado de cara, para otros algo más. Para mí es el resultado de un magnífico y reiterado esfuerzo de muchos béticos de base que no quieren más que tras ese trabajo sentarse en su sitio en el campo y sentirse más orgullosos todavía de ser béticos.

Cualquier insulto, cualquier intento de echar por tierra este trabajo no será más que gasolina que se eche al fuego que ya ha prendido y que a quien asuste es por algo.

Así que, para alguno que nos lee y que después nos mete a todos en el mismo saco y no saca la pata de los mil sitios donde la mete, dicho todo con Cariño, decirles que tenemos la fuerza de saber que lo estamos haciendo bien, y que incluso a ellos mismos está beneficiando este cambio.

Saludos a todos de nuevo.