Campeones.
Tanto tiempo esperándolo. Campeones de la Copa del Rey.
Después de una semana sigo con la sonrisa puesta, como imagino que os pasará a muchos de vosotros. Estoy seguro de ello. Porque ha sido una alegría enorme, una explosión de muchas cosas que llevábamos en lo más dentro y que no veíamos la forma de sacarnos. Y es que en muchos momentos, demasiados, ganar un título, tantos años después, era sinónimo de quitarnos un peso de encima, mucho más que de darnos una merecida alegría. Tantos han sido los años de frustración, porque sabemos lo que este club puede llegar a ser y lo lejos que estábamos. Y seguimos lejos, no nos podemos conformar con esto, pero ahora quiero que la alegría se abra paso en mi interior y que vaya de la mano de la esperanza camino de un futuro mejor.
Que vaya este triunfo por los que nos hicieron béticos, muchos de ellos ya ausentes pero muy presentes, y por todos nuestros hermanos béticos, como yo siento a los compañeros de este foro. Al final, esta temporada ha servido para volver a demostrar que lo que nos acerca a la victoria no es la fortuna, ni una peculiar idiosincrasia, sino la ambición de la plantilla y el buen trabajo de la dirección deportiva. Del mismo modo que lo que nos aleja de los triunfos no es el papel del aficionado o la falta de crítica destructiva, sino la incapacidad y los errores en la gestión. Como en todos lados. Tampoco, por cierto, nos aleja de la gloria gritar y llevar con orgullo el manquepierda, como algunos han llegado a creer por dejarse engañar en los momentos difíciles. Un lema y un sentimiento que el club está obligado a intentar dejar atrás con resultados deportivos, pero nunca despreciando lo que transmite y ha significado en nuestra historia.
Felicidades a todos los béticos.
Viva el Betis manquepierda.
Tanto tiempo esperándolo. Campeones de la Copa del Rey.
Después de una semana sigo con la sonrisa puesta, como imagino que os pasará a muchos de vosotros. Estoy seguro de ello. Porque ha sido una alegría enorme, una explosión de muchas cosas que llevábamos en lo más dentro y que no veíamos la forma de sacarnos. Y es que en muchos momentos, demasiados, ganar un título, tantos años después, era sinónimo de quitarnos un peso de encima, mucho más que de darnos una merecida alegría. Tantos han sido los años de frustración, porque sabemos lo que este club puede llegar a ser y lo lejos que estábamos. Y seguimos lejos, no nos podemos conformar con esto, pero ahora quiero que la alegría se abra paso en mi interior y que vaya de la mano de la esperanza camino de un futuro mejor.
Que vaya este triunfo por los que nos hicieron béticos, muchos de ellos ya ausentes pero muy presentes, y por todos nuestros hermanos béticos, como yo siento a los compañeros de este foro. Al final, esta temporada ha servido para volver a demostrar que lo que nos acerca a la victoria no es la fortuna, ni una peculiar idiosincrasia, sino la ambición de la plantilla y el buen trabajo de la dirección deportiva. Del mismo modo que lo que nos aleja de los triunfos no es el papel del aficionado o la falta de crítica destructiva, sino la incapacidad y los errores en la gestión. Como en todos lados. Tampoco, por cierto, nos aleja de la gloria gritar y llevar con orgullo el manquepierda, como algunos han llegado a creer por dejarse engañar en los momentos difíciles. Un lema y un sentimiento que el club está obligado a intentar dejar atrás con resultados deportivos, pero nunca despreciando lo que transmite y ha significado en nuestra historia.
Felicidades a todos los béticos.
Viva el Betis manquepierda.
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