Béticos de la talla de Don Alfonso Jaramillo, Don Juan Petralanda o Don Manuel Simó, lo dijeron sin ambages: "Sin Pascual Aparicio, el Betis no habría sobrevivido" . A diferencia de 1992, nos hallaríamos ante la desaparición real y no ante un descenso federativo. Según nos relata la Historia del Real Betis Balompié, editada por Ediciones BEA, cara al 75º Aniversario de la Entidad, "Pascual Aparicio costeó desplazamientos, pagó ropas deportivas, hizo esfuerzos por retener a jugadores importantes (como el codiciado goleador Domínguez).....y de su bolsillo salieron el casi millón y medio de pesetas de la época, que sirvieron para que el Club, durante aquellos tiempos tan negros y faltos de liquidez, se asentara sobre sus espaldas.
Pascual Aparicio demostró una inasequible dedicación a los Colores Blanquiverdes, pues según afirman tratadistas de la época, jamás se llevó un duro del Club....ni siquiera reponiendo nada de lo entregado. Tampoco tuvo malas palabras para los rivales deportivos, sabiendo estar siempre a la altura de las circunstacias, bajo una gran educación. Cierto es que deportivamente no se podía pedir mucho más , pero si en ese sentido no se pudo lograr el éxito, el evocar su figura por todo lo anterior, coloca a Don Pascual en el Panteón de la Gloria Verdiblanca y hace sentir un hondo calado en los antiguos luchadores, como el mencionado Don Alfonso Jaramillo, a quien un servidor tuvo el honor de repartir algunas palabras en un reciente programa radiofónico. Al insigne bético, con quien el actual rector del Club tiene y tendrá siempre una cuenta pendiente de saldar, se llenaba la boca de beticismo al sólo escuchar el nombre de Don Pascual .
Aparicio supo ser un caballero, y una persona con una inmensa y contrastada clase. Lo demostró de sobra en el momento de su marcha, saliendo por la Puerta Grande de la Maestranza Helipolitana, con humildad y respetado por todos:
Aún quedaba en la mente de todos la anterior actuación del Equipo en la Fase de Ascenso a Segunda División, en la que se realizó una actuación desacertada, finalizando en tercer lugar a dos puntos del ascenso, tras fallar en la última Jornada en un partido decisivo ante el Atlético Baleares en Palma de Mallorca (2-3). Los verdiblancos se quedaban otro año más en la Tercera División.
La derrota ante los mallorquines va a provocar un pequeño cisma en el seno de la Afición Verdiblanca, que finalizaría con la dimisión de Pascual Aparicio. Cronológicamente, todo sucedió de la siguiente forma:
Una carta que incluía la firma de 72 socios, publicada el 6 de agosto de 1951 por la prensa sevillana (Sevilla, Diario de la Tarde - Correo de Andalucía), en la que se pedía la responsabilidad del Presidente bético por el fracaso deportivo durante su gestión.
4 días después, el 10 de agosto, se publica una nueva misiva en los diarios, escrita ésta por el socio D.Antonio Romero López. Esta vez se cita la derrota en Alicante (jornada anterior a la del At.Baleares,3;R.Betis,2 mencionado antes), de la que se culpaba directamente a Pascual Aparicio, debido a que algunos jugadores acusaron cierto cansacio porque dos días antes se jugó un amistoso ante el CD Mestalla en Heliópolis (4-0). Y es que, la precariedad de la economía provocaba la necesidad de celebrar amistosos para la urgente recaudación de fondos y la toma de decisiones siempre era delicada.
Al día siguiente, se publican nuevas cartas de otros aficionados y socios, como la de D.Alfonso Cárdenas Py, en la que se insta a la estabilidad y cordialidad entre todos, "por el respeto, la fama y el prestigio histórico del Club".
El 12 de agosto de 1951, la carta del socio D.Antonio Márquez Dorantes, a modo de respuesta a los opositores de Aparicio, da a entender que el susodicho amistoso jugado contra el Mestalla, fue organizado por alguien ajeno a la Presidencia del Club.
El 9 de septiembre de 1951, se inicia el Campeonato liguero. El Betis empata a uno en Tánger, ante el UD España de dicha localidad.
Una semana después, el 16 de septiembre, el Betis cae estrepitosamente derrotado ante el CD Almería por 1 gol a 3. Se producen protestas y discusiones entre aficionados y directivos del Club, durante y después del partido.
El miércoles 19 de septiembre, la prensa anuncia una reunión o asamblea urgente para el día siguiente, de toda la Junta Directiva del Real Betis Balompié.
Por fin, el jueves 20 de septiembre, se produce la dimisión de carácter irrevocable de toda la Junta Directiva Verdiblanca, junto a Pascual Aparicio a la cabeza de la misma.
Al día siguiente, viernes 21, D.Evaristo Pérez Cortés, Presidente del Comité Andaluz de Competición, es nombrado por la Federación Presidente de una Junta Gestora, haciéndose cargo con ésta de la dirección del Real Betis Balompié. Poco después sería sustituído por D.Manuel Ruiz Rodríguez.
Y así se fue D.Pascual Aparicio, demostrando ser un Señor y un hombre de palabra al servicio del Club. Una persona que sabía que el Betis, su patrimonio, no pertenecía a nadie más que al conjunto de los béticos: un Betis libre.
Posteriormente, no fue olvidado en absoluto, sino que Don Manuel Ruiz Rodríguez contaría con Aparicio para formar entre otras cosas, una Junta Consultiva formada por ex-presidentes y socios, siendo nombrado a título póstumo Presidente de Honor del Real Betis Balompié. Todo (Beticismo) un ejemplo de Beticismo a seguir.
La diferencia es obvia.....
D.Pascual Aparicio junto a D.Eduardo Benjumea, a su izquierda, el día de la inauguración de la Secretaría del Real Betis en la calle Alemanes