El líder no tiene once fijo. Dice mucho de su fondo de armario, de su banquillo, de su rotación, de sus hombres de refresco. De la plantilla, en definitiva. Pero también del infortunio que ha impedido que Pepe Mel, patrón de la nave bética, pueda recitar de memoria los once que saltan al campo a defender la camiseta verdiblanca una semana tras otra. Lo cierto es que las decisiones tácticas han sido las que menos han incidido a la hora de no poder repetir alineación una semana tras otra. De hecho, Mel no ha podido hacerlo desde hace una vuelta, cuando lo consiguió por tres semanas consecutivas (Salamanca, Rayo y Celta) con buenos resultados.


Las lesiones y sanciones han atacado constantemente a los elegidos por Mel cada semana, por lo que no ha habido manera de perpetuar la continuidad. Este sábado parece que se podrá dar, al fin Mel va a repetir equipo titular ya que según lo ensayado en el entrenamiento matinal de ayer, el técnico apostará por los mismos que vencieron en Jerez.
Los factores que más han incidido para los cambios de formaciones han sido las lesiones (todos los jugadores de la plantilla se han perdido, al menos, algún partido por esta circunstancia a excepción de Nacho), las sanciones (especialmente en las últimas jornadas se han acumulado los que han ido cumpliendo ciclo como Iriney, Miguel Lopes, Isidoro, Salva Sevilla, Beñat) o la mala racha deportiva (en esas cinco jornadas consecutivas perdiendo Mel varió siempre el once en más de un jugador para ver si encontraba la fórmula de la recuperación). Ahora parece que mantendrá firme la confianza en los que superaron la prueba de Chapín y le dieron al equipo una importantísima victoria.

Esta apuesta por el once del domingo pasado reflejada en el entrenamiento de ayer, en el que ni siquiera probó Mel variantes, sino que los petos de titulares los vistieron siempre los mismos (es decir, Casto; Miguel Lopes, Roversio, Dorado, Nacho; Iriney, Beñat; Salva Sevilla, Rubén Castro, Emana; y Jorge Molina), provoca que se despejen un par de incertidumbres que permanecían abiertas, toda vez que dos integrantes de la defensa que estaban rindiendo a buen nivel como Isidoro y Belenguer parece que tendrán que esperar en el banquillo. El lateral había venido jugando y asentándose en esa posición desde antes de la lesión del portugués (a principios de diciembre) pero Mel parece apostar más por el jugador cedido por el Oporto, mientras que el veterano Belenguer ha rendido a un muy buen nivel cubriendo la inacabable rotación en el centro de la defensa que ha vivido el conjunto bético esta temporada. De hecho, resulta una circunstancia extraña comprobar que en esta semana Mel puede contar con tantos defensas sanos y libres de sanción, ya que sólo el recién operado Fernando Vega y Miki Roqué están fuera del equipo en estos momentos.

Si no ocurre nada en los dos entrenamientos que restan (hoy a puerta abierta en la ciudad deportiva y mañana, cerrada en el estadio), Mel apostará en casa por un once que insiste en el juego de los laterales largos (para ello dialogó durante algunos minutos con Nacho tras la sesión de ayer, para recordarle cómo quiere que se proyecte en ataque un jugador ofensivo como él y cómo debe tapar su ala en las subidas de Miguel Lopes en la opuesta) y en el movimiento entre líneas partiendo desde las bandas de hombres como Emana y Salva Sevilla, así como la libertad para Rubén Castro, que demostró en Chapín que así puede ser muy peligroso generando peligro tanto desde la izquierda como la derecha. La presencia de los mediocentros Beñat e Iriney es indiscutible por cuanto Mel ya ha demostrado que ha perdido la confianza en Arzu hasta para las convocatorias y Cañas es un complemento para las segundas partes o bajas puntuales.

El duelo ante el Cartagena, equipo que no podrá contar con dos elementos principales de su once como Botelho y Toché, también estará marcado por el recuerdo de lo que sucedió en la primera vuelta, puesto que los departamentales fueron de los primeros equipos que superaron al Betis (el segundo, tras el Albacete) en un duelo en el que consiguieron remontar el tanto inicial de Rubén Castro con dos acciones en los últimos minutos de un partido lleno de intensidad. Producto de ella fueron expulsados en el Betis Miki Roqué y Pepe Mel, éste por gritar «¡esto es una vergüenza!» al árbitro asistente de Jaime Latre. También se recuerda el error de Arzu que facilitó una falta al borde del área de Goitia que materializó Toché en gol.

Además, Mel tuvo ayer una larga y explícita conversación (con aspavientos) con Israel. El canterano ha desaparecido de las convocatorias después de apuntar a titular y gozar de varios minutos hace algunas semanas y la charla con el técnico estaba pendiente para tener un intercambio de impresiones. El incierto futuro del canterano (a buen seguro fuera del club verdiblanco) incide en esta circunstancia, así como que Mel considera que Israel ha estado algo menos centrado de lo habitual en su juego.
Una vuelta entera después, Mel ya puede repetir once inicial