La maquinaria del regimen se ha puesto en marcha para vender a los béticos de buena fé una nueva milonga: la marca que dicen es propia del club para sus nuevas equipaciones, una marca que utiliza nuestras históricas tres iniciales.
La ínfima calidad de la "prenda" por sí sola ya debería inducir a la negativa a comprarla por nadie que no quiera tirar su dinero, pero es que además esta historia se vende como "un logro histórico" por parte de la única voz que se deja oir en el club. Lamentablemente se oye a diario a este Queipo de Llano de nuevo cuño en las ondas de una emisora de Sevilla, y al igual que el de hace 70 años, con su generalísimo en paradero desconocido aunque apareciendo de vez en cuando mientras se libra una guerra que destroza, como destrozó a España, al todavía Real Betis Balompié.
¿Qué haría la resistencia en una situación así? Lo que ha hecho siempre. Si el peso de las armas -o sea, las acciones- intimida y ahoga, la resistencia boicotea todo lo boicoteable. Y si tiene un pase que haya béticos que se saquen el carné por razones sentimentales aunque poco sensatas, no tiene justificacion alguna que haya un solo bético en su sano juicio y con ganas de tener una sociedad moderna, libre, más suya y gestionada acorde al siglo XXI que se compre una de esas prendas del régimen.
Así, que todo el que lleve puesta una de ellas sea señalado con el dedo acusador como colaboracionista del régimen.
Si el club presume de patrañas, hagámosle los béticos avergonzarse de ser el que menos camisetas vende de toda la liga profesional española.
No se trata por tanto solo del carné.
Boicot total, absoluto e inmisericorde.
La ínfima calidad de la "prenda" por sí sola ya debería inducir a la negativa a comprarla por nadie que no quiera tirar su dinero, pero es que además esta historia se vende como "un logro histórico" por parte de la única voz que se deja oir en el club. Lamentablemente se oye a diario a este Queipo de Llano de nuevo cuño en las ondas de una emisora de Sevilla, y al igual que el de hace 70 años, con su generalísimo en paradero desconocido aunque apareciendo de vez en cuando mientras se libra una guerra que destroza, como destrozó a España, al todavía Real Betis Balompié.
¿Qué haría la resistencia en una situación así? Lo que ha hecho siempre. Si el peso de las armas -o sea, las acciones- intimida y ahoga, la resistencia boicotea todo lo boicoteable. Y si tiene un pase que haya béticos que se saquen el carné por razones sentimentales aunque poco sensatas, no tiene justificacion alguna que haya un solo bético en su sano juicio y con ganas de tener una sociedad moderna, libre, más suya y gestionada acorde al siglo XXI que se compre una de esas prendas del régimen.
Así, que todo el que lleve puesta una de ellas sea señalado con el dedo acusador como colaboracionista del régimen.
Si el club presume de patrañas, hagámosle los béticos avergonzarse de ser el que menos camisetas vende de toda la liga profesional española.
No se trata por tanto solo del carné.
Boicot total, absoluto e inmisericorde.
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